11.12.07

Cansado...




¿Quien no se ha sorprendido a si mismo en un bar, viendo y escuchando a la gente a su alrededor, sintiéndose totalmente ajeno al mundo? Si alguien puede afirmar que jamás se ha visto asaltado por este pensamiento, desde luego debería sentirse muy afortunado.

Una vez alguien me dijo que mi problema es que brillaba demasiado; que empezaba deslumbrando a los demás, pero al final siempre acababa cegándolos. Supongo que tenía razón.

Estoy cansado de sentir que no se interaccionar con mis iguales. Cansado de despertar sentimientos extremos que van desde la adoración hasta el odio, pasando por la simple competición. Estoy cansado de cegar a la gente, de sentirme como un extraño en las conversaciones más mundanas; cansado de ser un espectáculo constante, de que se me valore por mis habilidades pero no por mi persona, cansado de ser "el mago", "el malabarista", "el consejero"... y nunca Álvaro.

1 comentarios:

Verónica* dijo...

No creo que el que nunca se haya sentido así sea afortunado. A mí me gusta encontrarme en un bar y mirar a mi alrededor totalmente perdida del mundo.